A lo lejos mejor
Jorge Cremades tiene el secreto para saludarse con seguridad
El humorista de Instagram triunfa en las redes gracias a un repaso con salero de las opciones que hay para decir hola a la gente sin tocarla. Como él, otros influencers intentan combatir esta crisis desde el cachondeo.
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Ya es oficial eso de que tenemos que quedarnos en casa por lo menos 15 días y que hay que reducir el contacto humano al mínimo. En un país como España, donde la interacción social es nuestro día a día y forma casi parte de nuestro ADN, modificar estas costumbres va a ser complicado de buenas a primeras.
Puesto que se han acabado los abrazos, choques y besos de forma temporal, las formas de saludarse también cambian de manera importante, aunque muchos conservan el humor intacto. Es el caso de Jorge Cremades, el actor / influencer / humorista que se ha repasado con cachondeo las opciones que tenemos ahora mismo para decir hola.
Es uno de los vídeos más populares de Instagram en nuestro país referentes a la epidemia, lo que demuestra que los creadores de contenido van a estar más ocupados que de costumbre durante lo que dure esta cuarentena.
Jorge lleva días concienciando a sus cientos de miles de seguidores sobre la importancia de cumplir las normas, consciente de que su llegada en redes puede tener impacto en grupos grandes de personas. En Twitter ha estado más serio, todo porque la situación lo merece.
Aunque le va a costar dejar de ver a su familia, es coherente con su mensaje y no se arriesga a salir de su casa en Madrid, por los temores a que sea un portador asintomático y pueda contagiar a personas de su entorno.
Es uno más dentro del grupo de influencers españoles que está aportando su granito de arena a las recomendaciones que el gobierno está llevando a cabo para la población, aunque no el único en hacer gala de eso de al mal tiempo buena cara. Su colega Anton Lofer también aporta su visión de cómo pueden ser estos días, en su caso analizando las posibles rencillas que surgirán entre parejas…
Mientras esperamos a que se rebajen las restricciones, también tenemos la esperanza de contagiarnos del buen rollo que toda esta gente quiere aportar. Yo ahora mismo me voy a rallar un tomate, a ver qué pasa.
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