Auronplay recibe la lámpara-pene en pleno stream y no da crédito: "¿Qué es esto?"

Cuando supimos de la existencia de la maravillosa lámpara-pene no caímos en que era el regalo perfecto para un streamer. Ilumina lo justo y se enciende y se apaga cómodamente, para no interrumpir la retransmisión en Twitch de quien posea el invento. Auron era de los que seguía viviendo en la penumbra hasta el día de ayer.

Estaba siendo un stream como otro cualquiera pero un mensaje interrumpió el directo. JuanSGuarnizo, colega del streamer y graciosillo como pocos, envió un urgente mensaje al catalán que debía abrir sí o sí. Era cosa de vida o muerte.

El mexicano piensa en todo y en todos e hizo lo posible para que los viewers presenciaran la reacción a semejante descubrimiento. Ni Colón cuando avistó América se puso tan contento. El faro de Internet deslumbró a Auron. Iba a pasar tarde o temprano porque nadie escapa de él.

Gracias Juan, necesitábamos conocer la opinión del creador al respecto y ahora ya sabemos que él también quiere la suya. Pues a la cola, que está más demandada que la PlayStation 5: “Yo me la compraría [...] bajas el pellejo y se ilumina”.

Las risas de Raúl armonizaron con las del chat –que la bautizaron como TULAmpara–, y ahora ya sí, estamos todos a una y necesitamos que este objeto se haga realidad cuanto antes. En unos meses no nos extrañaría verlo en el setup de Ibai, que entre tanto neón puede quedar curioso.

El regalo de Guarnizo nos permitió saber que entre este, Auron y Perxitaa se envían continuamente contenidos similares. Más explícitos tal vez: “Si me habla Perxitaa hay un 95% de posibilidades de que sea también una pinga”.

Si os habéis quedado con ganas de ver al trío en plena acción estáis de enhorabuena. Cambiarán la lámpara fálica por las antorchas de Minecraft en TortillaLand. Nos jugamos lo que sea a que se unirán para cometer tropelías y formarán equipo en lo que dé de sí el servidor.

Recordamos a nuestros lectores que la ‘STRÜHJALA’ permanece fuera del mercado y aprovechamos esta plataforma para solicitar a alguien poderoso –y no miramos a nadie de Bilbao–, para que invierta en calidad de vida y saque a la venta el artículo. Que no se preocupe porque el nombre no lo tiene ni que pensar, la lista de opciones es larguísima: Tulámpara, Lampolla, Falombilla..