VEGAN RIGHTS
Una madre vegana se enfrenta al colegio de su hija por querer disfrazarla de pescadora en Carnaval
Un vídeo viral reciente de una madre vegana ha despertado muchas burlas en redes, ante lo que muchos consideran un asunto sin importancia: el colegio de su hija decidió que los niños de su clase se vistiesen de pescadores, y la madre ha reclamado que eso atenta contra los valores de su familia.
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El veganismo es un tema que las redes no se cansan de ridiculizar, cuando se trata de la defensa de sus valores en los espacios públicos. Todavía falta mucho para que la mayoría de personas consideren ser vegano como una ideología, más que como una decisión personal sobre la dieta. Mientras que los valores impuestos por una religión son respetados sin problema, los de estas formas de pensar más recientes rara vez se toman en serio. La prueba de ello es la respuesta que Twitter ha dado al vídeo de esta madre vegana, que decidió enfrentarse al colegio de su hija por el hecho de que la obligasen a vestirse de pescadora en Carnavales.
Hay algo que es indiscutible: el tema que se trata en este vídeo no es de gravedad, y es probable que parte de las críticas tengan cierta razón al decir que esta es una reacción desmesurada a un asunto menor. Pero es probable que el enfado de esta mujer provenga más bien de la frustración provocada por batallar constantemente porque los valores de su familia se tengan en cuenta. Si en una clase decidiesen, por ejemplo, vestirse de cerdos, y hubiese niños de familia musulmana o judía, la discusión sería percibida como un asunto mucho más grave. El conflicto de valores que se presentan en una y otra situación son relativamente similares, pero está mucho más aceptado que se respeten los valores de una religión, por arbitrarios que puedan parecer. Vestir a un niño de una familia vegana de torero o pescador es, para las personas con estas creencias, una ofensa del mismo calibre.
Llama la atención que, de todas las ideas posibles para un disfraz, la clase con una niña vegana haya elegido una que podía provocar tanto conflicto. ¡Cualquiera diría que lo han hecho a propósito! A pesar de que esta no sea la infracción más terrible de los derechos humanos, eso no significa que no podamos aplicar una pequeña dosis de empatía y respeto. ¡Hay miles de disfraces que se pueden elegir, mucho más interesantes que el de pescador!
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