Lo mejor del consultorio de Ibai Llanos

Hace unos días nos reíamos de cómo Ibai Llanos le vacilaba a un seguidor que acudía a él por "tener un pene demasiado grande" y cómo el vasco le tachaba, con elegancia, de fantasmote. En vista de la respuesta de su audiencia, lo que fue una pequeña muestra de sus habilidades sociales se ha convertido en una consulta regular, con citas previas, duraciones de sesiones limitadas y análisis profundos de la situación.

Con lo de análisis profundos nos referimos a unos diagnósticos que tienen más de cachondeo que de receta médica infalible, aunque también hay un poco de eso. Uno de los espectadores que participó en la ronda de preguntas tenía un problema peculiar: "me dan ganas de cagar cuando quedo con una chica". Pasándose entre 8 y 10 minutos en el baño cada vez que tiene citas, a veces vuelve y ya no están. ¿Solución de Ibai? "Comida más equilibrada, bifidus y yogur con miel". ¡Siguiente!

Otro de los que participaron estaba desolado por comerse una cola bien generosa en un evento de hace un año, cuando Ibai accedía a hacerse fotos con fans. El chico en cuestión se lamenta porque la foto que tiene con su ídolo está movida, y la solución es bien sencilla: posar con el brazo abierto e insertar la foto de su admirador poco después. Problema resuelto y además con calidad.

El cachondeo se confirma definitivamente cuando otro oyente se mete en el consultorio pidiéndole consejos para mejorar su penosa manera de dibujar. Con la intención de ayudarle dibuja un "caballo" abstracto que parece sacado de los bocetos de las cuevas de Altamira. "A ver, has venido a pedir ayuda para no drogarte a un drogadicto", se justifica el influencer.

El consultorio es probablemente el proyecto más cachondo de todos los que ha iniciado Ibai, y pide a gritos tener un hueco permanente en Twitch, incluso un programa independiente. La mejor pregunta que se le puede hacer sería: ¿cómo se puede molar tanto como él?