Los mejores homenajes al Risitas, estrella mundial del meme

Da igual si ves la tele mucho o poco, la cara y la presencia de Juan Joya era una de esas que no se te olvidan aunque solo te cruzaras con él haciendo zapping. Quizá le recuerdes mejor como 'El Risitas', aunque tristemente no volverá a reírse con su sonora carcajada.

El sevillano murió el miércoles y ayer se viralizó la noticia, con condolencias y recuerdos que, a través de YouTube y Twitter, han llegado de los lugares más insospechados.

Su punto más alto de popularidad fue a principios de siglo, cuando participaba en el programa de entrevistas que Jesús Quintero emitía por Canal 2 Andalucía. Míticos son sus dúos acompañando a Antonio Rivero, 'El Peíto', y los cruces de miradas que tenía con Quintero, que era la elegancia y seriedad en persona.

Youtubers como Jordi Wild no han podido evitar una lagrimilla virtual por la pérdida, cuya fórmula cómica consistía básicamente en troncharse y mostrar una escasa dentadura.

Un humor que se ha utilizado en multitud de países, tan dispares como Egipto, Estados Unidos, Francia o Finlandia. Hasta la BBC se ha hecho eco...

Su fama fue tal en el país nórdico que llegó a protagonizar un anuncio de pizzas allí, mientras que en donde las pirámides utilizaban su monólogo sobre las paelleras para ponerle subtítulos que nada tenían que ver con lo que decía.

Incluso en el mundo de Twitch es muy habitual ver su emoticono para mostrar cachondeo, un símbolo que, por cierto tiene un nombre muy apropiado: 'Giggles', literalmente 'Risitas'.

Si sus últimos años los pasó como humorista en pequeños locales de Huelva y alejado de los focos, fue algo que no le pasó nunca en las redes, donde siempre gozó de muy buena fama y era un meme andante pero respetado.

Es curioso pensar que hay finlandeses o egipcios que repiten las palabras 'cuñao' o 'issou' sin saber realmente lo que significan, un hito del que Juan Joya era consciente y llevaba con mucho orgullo.

Sin saber las causas que le han llevado a tan trágico final (ni el hospital ni la familia las han aclarado), esperamos que se fuera feliz como el cachondeo que repartió en vida: era la persona que más fácil tenía morirse de risa.