¡QUE BONITO!
Un niño toca el saxofón durante una hora sin parar y esto lleva a su vecino a una profunda reflexión
A través de un vídeo de TikTok, @erik_aspano, compartió una inesperada reflexión tras escuchar a un niño tocar el saxofón durante una hora ininterrumpida. Lo que comenzó como una molestia mientras trabajaba desde casa, terminó convirtiéndose en una profunda lección para él.
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Todos recordamos esos momentos de nuestra infancia en los que abrazábamos un hobby con tanta pasión que no podíamos soltarlo, sin importar las miradas de los adultos o las quejas de nuestros vecinos. A veces, esos pequeños placeres, ya sea aprender un instrumento, practicar un deporte o cualquier otra actividad, pueden ser una pesadilla para quienes nos rodean.
Esto fue exactamente lo que le ocurrió a @erik_aspano, un usuario de TikTok que recientemente compartió su experiencia mientras trabajaba desde casa. Según narra en su vídeo, estaba concentrado en sus tareas cuando empezó a escuchar ni más ni menos que un saxofón. "Estaba escuchando, pero igual una hora lleva... y me estaba cagando en la puta", confiesa con total sinceridad. Sin embargo, todo cambió cuando decidió asomarse a la ventana para identificar el origen del sonido. Ahí estaba: un niño, completamente entregado a su saxofón, imaginándose, probablemente, en el escenario de un gran concierto.
"Me cambió todo el chip cuando lo vi", dice Erik en su vídeo, que ya acumula miles de visualizaciones. En lugar de dejarse llevar por la frustración, se dio cuenta de que ese niño representaba la perseverancia, la inocencia y la pasión que todos llevamos dentro cuando somos pequeños. Reflexiona que él podría haberse convertido en un "mata sueños", gritando al niño para que dejara de tocar, pero en cambio, eligió disfrutar de ese concierto improvisado. "Ese niño hemos sido nosotros, en muchas ocasiones", comenta en el vídeo.
Y acaba con una reflexión: "¿Cuántas veces os han dicho que tenéis que dejar de hacer algo? Eso mismo podría haber acabado con su ilusión". En lugar de frenar la inspiración del pequeño músico, Erik decidió aplaudir desde su ventana, brindándole, tal vez sin saberlo, el reconocimiento que el niño soñaba recibir.
A veces deberíamos recordar más a ese niño que una vez fuimos y de aprender de ese vecino, que nos recuerda que, a veces, los pequeños detalles hacen que no cortar la ilusión de alguien que solo está disfrutando.
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