EN SEVILLA

El tiktoker de las Tres Mil Viviendas que muestra otra cara de su barrio: "Un gitano homosexual era impensable"

Manuel Jiménez, el tiktoker de Sevilla que se ha hecho conocido al mostrar la otra cara de su barrio en las Tres Mil Viviendas.

El tiktoker de las Tres Mil Viviendas Manuel Jiménez

El tiktoker de las Tres Mil Viviendas Manuel JiménezAgencia EFE

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Manuel Jiménez no es un gitano 'común'. Desde pequeño, en su barriada de Los Verdes en Las Tres Mil Viviendas de Sevilla, le han dicho el 'payito' por ser diferente. Ahora, a sus 25 años, esa diferencia le ha hecho llegar a casi 400.000 seguidores en redes sociales mostrando su barrio desde un prisma poco común.

"Quería mostrar lo desconocido del barrio, lo malo ya lo muestran los medios de comunicación. Estoy aquí para sacar lo bueno, lo que nadie ve", comenta lacónico en una entrevista con EFE en la puerta de su casa de las Tres Mil.

Un perspectiva única del barrio más pobre de España, donde la basura se acumula en sus calles o los niños dejan de asistir al colegio al poco tiempo de comenzar, cuestiones que Jiménez no pasa por alto.

Más allá de sus vídeos en TikTok, Manuel siempre ha sido un gitano especial. Desde pequeño le interesó leer y estudiar, asistía al colegio sin que le obligaran sus padres y más tarde al instituto, donde su orientación sexual comenzó a granjearle problemas en un ambiente poco acostumbrado a la 'pluma', como él dice.

"En el instituto empecé a sufrir por el tema de mi orientación sexual. Voy creciendo y se me va notando más la pluma, ahí es cuando empiezo a ser rechazado porque en aquellos tiempos ser gitano y homosexual era complicado", ha confesado.

Esta situación se acrecentó durante el Bachillerato, pero no se dio por vencido y terminó sus estudios: "En cuanto terminé mi pensamiento era dejar mi barrio, mi familia, todo... y me fui a Holanda a trabajar", relata.

Del rechazo a la admiración

El tiempo y la distancia dieron a Manuel una nueva perspectiva, y la soledad en una tierra que no era la suya le empujó a descubrir que realmente no quería marcharse de su barrio, sino verlo crecer y cambiar.

"Cuando vuelvo es cuando el rechazado y el maltratado es admirado", comenta con orgullo, "la gente me miraba de otra forma".

Desde ese momento Manuel tuvo claro que, independientemente de lo que él había pasado, su barriada de las Tres Mil Viviendas tenía cosas buenas, que "en el fondo era gente muy buena", aunque "les habían enseñado de una manera concreta".

Esa convicción lo llevó, casi sin darse cuenta y con vídeos muy caseros al principio, a mostrar una realidad ajena a la concepción generalizada y que, desde sus cuentas de TikTok e Instagram, intenta cambiar.

"La gente que ve mis vídeos me decía que gracias a mí veían las Tres Mil de otra forma, con menos miedo", dice, y que entonces se dio cuenta de que estaba llegando a lo que quería.

Más allá de la percepción de su legión de seguidores, sus vídeos han creado en el barrio la semilla del cambio, un cambio que, según este 'tiktoker', tiene que "empezar desde dentro, desde ellos mismos".

"El tema está en concienciar a la gente y pienso que lo estoy haciendo, ojalá no me equivoque", dice Jiménez, que cuenta que cuando arregló su casa "a los días las vecinas compraron pintura, me ven limpiando y se ponen a limpiar".

Estos pequeños gestos van teniendo una repercusión cada vez mayor, sobre todo en las personas homosexuales del barrio que poco a poco se van liberando: "Un gitano homosexual antes era impensable, o uno transexual, y ahora muchos gitanos están saliendo del armario, la gente se está liberando".

Las redes sociales como motor de cambio

Como todos los inicios, el de Manuel Jiménez no fue sencillo en un barrio poco acostumbrado a las cámaras. Su principales personajes como 'la huele muertos', 'la cuerpo garraba' o 'el clan de los tobillos negros' no querían participar de los 'tiktoks' hasta que a través de una labor pedagógica les hizo ver que esos vídeos eran buenos para el barrio y su gente.

Ahora, se ha convertido en el 'alcalde del barrio', cada vez más le piden vídeos o le exponen quejas, pero el objetivo de Manuel es mostrar lo que la gente tiene dentro: "Hay mucha gente buena, y un sentido de comunidad que no hay en otros sitios".

Una comunidad que él intenta cuidar con mimo aportando todo lo que puede a través de internet, pero sobre todo en las calles instalando papeleras, cubos de basura y hasta una lavadora solidaria en la puerta de su casa para que todo el que no tenga pueda lavar ahí.

Su sueño, la música

Su tema 'Celebro la vida' se ha convertido en el himno del barrio. Una canción que recorre su vida y que le ha hecho cumplir un sueño, un grito de guerra que defiende después de todo lo vivido

"Viene del cambio, del yo no poder ni expresarme en el barrio por la pluma y ahora poder gritar viva la homosexualidad, pues a celebrar la vida", dice.

Un grito que busca "dar voz" a un "barrio olvidado" para las instituciones que, según dice Jiménez, no deben olvidar que también ellos "tienen derechos".

Raquel Gutiérrez

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